Hasta septiembre…Arnhem?
Esta segunda vez en Arnhem ya era como estar en casa.
Algunas personas conocidas, otras nuevas pero siempre con una energía de trabajo muy fuerte.
Sorpresas en los ojos de algunos cuando podían lograr un movimiento que habían considerado imposible para ellos; alegría en los rostros cuando los cuerpos se relajaban y empezaban a sentir más y mejor; confianza cuando el equilibrio se volvía seguro; satisfacción al sentir el contacto y afecto del otro cuerpo…
El tango argentino se está instalando en la elección de un baile social y de salón, posible para todos; comienza a ganarle al estereotipo del show.
Gracias a quiénes asistieron a mis clases, gracias a quiénes las difundieron y recomendaron.
Gracias especialmente a Hanneken por su organización y compartir su casa conmigo
Norma